Aplicaciones móviles para trabajar.

Sus funciones dinámicas para aportar valor a las empresas, mediante herramientas de gestión de comunidad, proyectos, captura de datos, difusión de contenidos, consultas, etc. Consiguiendo, como valor añadido, una calidad y diseño que refuerzan la imagen de la organización en el exterior.

Orientados a la interacción

Pensadas, no sólo para proyectar información, sino para que los usuarios participen, colaboren y se relacionen.

Permite convertir a clientes, socios, preveedores y empleados en verdaderas comunidades digitales y proporciona a las empresas un canal directo y permanente de comunicación con cada uno de ellos que funciona en ambos sentidos.

Los mismos contenidos diferentes funciones

La web en chil.me y las aplicaciones chil.app comparten los mismos contenidos. Sin embargo sus funciones pueden ser diferentes y complementarias. Por ejemplo la web puede ser general y la aplicación únicamente para gestión de clientes, etc. esta flexibilidad permite soportar diferentes orientaciones de negocio de manera ágil y coordinada. Además, la gestión del sistema completo se realiza desde las páginas de administración de la web.

Aplicaciones vivas incluso después de distribuidas

Las aplicaciones deben estar vivas igual que las organizaciones lo están. Por eso los gestores pueden añadir funciones, menús, autorizaciones, cambiar la pantalla de inicio y modificar el diseño de la mismas una vez distribuidas. De forma mágica, estos cambios aparecerán para los diferentes usuarios sin que deban de realizar ninguna acción.

Pueden asumir sus funciones de negocio

Las aplicaciones chil.app pueden hospedar funciones de negocio particulares de la organización enriqueciéndolas con las ventajas sociales, de gestión de contenidos, etc. nativas.

Por ejemplo un laboratorio puede enviar los resultados a sus clientes o dejarles acceder a datos administrativos. Estas funciones se ejecutan de forma segura y transparente respetando todos los aspectos de seguridad de sus sistemas informáticos.